HISTORIA
Según una piadosa y antigua tradición, hacia la mitad del siglo XVIII, moraba por estos contornos en que hoy esta ubicada la población de La Capilla un hogar cristiano. Una niña bendición de este hogar, solía ir a juntar leña a un bosque cercano a la quebrada denominada la “Guzba” en medio del cual había una fuente de aguas cristalinas; precisamente en la misma zona donde se erige actualmente el templo. En este lugar encontró la niña un tronco de cedro centenario con la imagen de Nuestra Señora.
Difundida la noticia del hallazgo maravilloso, las gentes empezaron a rendir culto a Nuestra Señora en la tosca imagen del cedro, la cual fue posteriormente pulida y ornamentada por artistas, se le edifico una capillita y sus fiestas se celebraban con solemnidad cada vez mayor. Pronto, los fieles, notando la estrechez e incomodidad de la capillita que inicialmente se le erigiera, pensaron en trasladar la sagrada imagen a Tenza, a fin de dar a su culto mejor esplendor. Y en efecto, un día se reunieron los fieles quienes, con su párroco a la cabeza llevaron en solemne procesión la bendita imagen; pero he aquí, que al llegar la procesión a la quebrada “chaguatoque” se hizo tan pesada la imagen de la virgen, que nadie fue capaz de moverla; mas aun: en ese mimo instante, estando despejado el día, se desencadeno un torrencial aguacero con truenos y relámpagos, de tal manera que aquellas gentes piadosas entendiendo por estas señales extraordinarias el querer de la Santísima Virgen, la devolvieron inmediatamente a su Capilla. Y, ¡Cosa maravillosa! Al regreso la imagen se hizo liviana, cesó la tempestad, se despejo el cielo y el sol alumbró en todo su esplendor. En tres ocasiones se hizo el intento de llevarla y otras tantas se repitieron los fenómenos dichos.
Pero el demonio viendo que la Madre de Dios iba a establecer en este lugar un nuevo trono de su misericordia a donde el pueblo acudía en multitud, quiso moverle guerra; y de repente una mujer incrédula que iba entre la fervorosa muchedumbre, tentada por el espíritu maligno se atrevió a lanzar blasfemias contra la Sagrada imagen… mas cayó muerta ahí mismo, fulminada por un rayo, en castigo de su horrendo pecado; el pueblo fiel, testigo de tales sucesos bendecía al Señor que tan grandes portentos obraba por medio de su amadísima Madre.
Estos acontecimientos conocidos hasta en los pueblos más lejanos, convirtieron a La Capilla, Boyacá en un verdadero santuario Mariano.
En el interior del Templo está la Cripta y allí el agua bendita de la Virgen, a la cual le atribuyen imnumerables milagros. Todos los días llegan peregrinos a llevar de este agua.
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